Pero cuando ayunen…
Mateo 6:17 (a)
Empecé a ayunar muy pequeña. Solíamos ayunar en familia todos los sábados comenzando a las 6:00 pm el viernes y terminando a las 6:00 pm el sábado. Nuestro ayuno era completo, lo que significa que ni siquiera podíamos beber agua. Parece duro hacer que los niños hagan ese tipo de ayuno, pero en más de una ocasión nuestros padres nos encontraron con las manos en el tarro de las galletas y no dijeron nada. Entendían lo difícil que era para nosotros ayunar. Sin embargo, agradezco que hayan desarrollado en nosotros la disciplina de ayunar.
Dicho esto, lamento que solíamos ayunar por obligación religiosa, y aunque nuestras intenciones eran puras, no eran completamente bíblicas. Ayunábamos porque mis padres pensaban que el ayuno era una penitencia. Una forma de obtener el favor de Dios para que nos bendijera o para mantenerlo contento. Mis hermanos y yo ayunamos solo porque nuestros padres lo hacían, pero ninguno de nosotros entendía el significado bíblico y / o el propósito de un ayuno. Un cristiano no debe ayunar por culpa u obligación religiosa. Debemos ayunar cuando entendemos su propósito y nuestro ayuno es el resultado de un corazón rendido.
En la actualidad, los cristianos tendemos a ayunar al comienzo de cada año. La mayoría de nosotros no ayunamos como lo hacían los santos de la Biblia. Ahora es común ayunar café, las redes sociales, la televisión o los dulces. En lugar de abstenernos de comer, ahora nos abstenemos de disfrutar ciertas cosas. Si bien no quiero hablar sobre si eso es bíblico o no, me pregunto si ese tipo de ayuno es similar al ayuno que solíamos hacer mi familia y yo. ¿Ayunamos cada enero porque queremos separar el tiempo para tener comunión con Dios, o lo hacemos porque todos los demás lo hacen, o porque nos sentimos presionados a ayunar?
Hijo de Dios, el ayuno es uno de los actos bíblicos más íntimos que existen. Debe ser el resultado del deseo de nuestro corazón de dedicar tiempo en oración buscando la presencia, la guía y la fuerza de nuestro Padre Celestial para hacer Su voluntad. Es un acto de un corazón rendido no para mover la mano de Dios, sino nuestra propia carne y almas obstinadas. Debe ser intencional y hacerse más de una vez al año, ya que no beneficia a Dios, sino a nosotros.
Por favor, no me malinterpreten, no estoy en contra del ayuno al comienzo de cada año, pero sí quiero que evaluemos nuestros motivos y razones para ayunar. ¿Estamos ayunando porque es lo "espiritual" que debemos hacer si somos cristianos? ¿Lo estamos haciendo porque comimos demasiado durante las fiestas y es nuestra manera de matar dos pájaros de un tiro (haciendo dieta y siendo espirituales), o es realmente nuestro deseo separar el tiempo para buscar de Dios?
Sin importar cuál sea su respuesta, asegúrense de que, si ayunan este mes de enero, no solamente se están absteniendo de consumir o de hacer las cosas que les gustan. Asegúrense de abstenerse de todo eso, para disfrutar de momentos íntimos con Dios.
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