Si mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, se humilla y ora, Y BUSCA MI ROSTRO, y se vuelve de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
2 Crónicas 7:14 (NVI)
He escuchado muchos sermones y leído artículos sobre cómo debemos buscar el rostro de Dios, y no Sus manos. Estoy de acuerdo con todos ellos. Siempre es bueno recordarnos a nosotros mismos que Dios es más que solo nuestro proveedor, pero creo que cuando Dios nos dice que busquemos su rostro, quiere decir más que "no solo me pidas que te bendiga". Creo que Dios desea la cercanía con su pueblo.
Cuando los Hijos de Israel llegaron al Monte Sinaí, le dijeron a Moisés, haremos todo lo que Dios diga a través de ti, pero nos quedaremos al pie de la montaña. Ve y habla con Él por nosotros. Ellos no querían acercarse a Dios. Querían a Dios como benefactor, pero no querían tener una relación con Él.
La única manera de llegar a conocer a las personas de verdad es estando cerca de ellas. Hay un gran nivel de intimidad cuando estás cara a cara con alguien. Yo creo que cuando Dios nos dice, "busca mi rostro", nos está diciendo, "conóceme". Conoce al Padre que te ama. Conoce al Hermano que murió por ti y al dulce Espíritu que te acompaña a diario.
Amigos, algunas personas que asisten a la iglesia conocen al Dios que describe su pastor los domingos, pero no conocen a su Dios. ¡No podemos ser como ellos! Tampoco podemos ser como los Hijos de Israel que vieron la nube oscura sobre el Monte Sinaí, sintieron temblar la montaña con la presencia de Dios, y todavía no quisieron acercarse a Dios.
Esta semana quiero inspirarles a acercarse más al Señor. Él promete que, si nos acercamos a Dios, Él se acercará a nosotros (Santiago 4:8). Decidámonos que en 2023 conoceremos a nuestro Dios como nunca antes. Seamos como Moisés y digámosle quiero verte cara a cara. Si Dios le mostró la espalda a Moisés, no veo la hora de descubrir lo que nos revelará a nosotros.
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