Y dio a luz a su primogénito, un hijo. Ella lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebre, porque no había una habitación disponible para ellos.
Lucas 2: 7
¿Alguna vez has estado en una situación en la que parece que Dios cometió un error o que no sabe lo que está haciendo? Me refiero a esas situaciones en las que sabes que ninguna persona que sigue a Dios debe bexperimentar, pero ahí es donde estás. Si eres como yo, esos son los momentos en los que empiezas a dudar lo que escuchaste de Dios. Porque no es posible que Él te haya llevado al lugar desordenado o doloroso en el que estás.
No estoy segura si María pensara así, pero si yo hubiera estado en su situación, seguro lo hubiera hecho. Allí estaba la pobre, a punto de dar a luz al Salvador del mundo en una ciudad donde ella no vivía. En lugar de tener a Jesús en casa, con una partera a su lado y rodeada de mujeres amorosas, dio a luz al Rey de Reyes en un establo. Pensarías que nuestro Dios que todo lo sabe, habría hecho mejores planes para el nacimiento de Su Hijo.
Toda la situación parecía como si Dios no estuviera preparado para el nacimiento de Jesús, pero alabado sea Dios, a Él no le importan las apariencias. Dios planeó todo lo relacionado al nacimiento de Cristo y ejecutó el plan a la perfección hasta el último detalle. Incluso encuentro poético que Jesús, el pan de vida, haya sido colocado en un pesebre, donde comían las ovejas. Evidentemente, ahora nosotros sus ovejas, vamos a Él para saciar nuestra hambre.
Recuerdo el día en que un pastor ucraniano me pidió que comenzara una iglesia en español dentro de su iglesia rusa. El plan parecía una locura, pero muchas personas se salvaron en esa iglesia. Dios usó lo que parecía una aventura rara para bendecir a muchas familias, incluida la mía. Uno de mis hermanos encontró a su esposa en esa iglesia. Hubo momentos en los que pensé que Dios había cometido un error al elegirme para comenzar esa iglesia. Muchas veces pensé que tanto el pastor ucraniano como yo habíamos entendido mal a Dios, pero ahora sé con certeza que Dios tenía todo bajo control. Yo no era perfecta, pero su plan para mí sí lo era.
Si estás en una situación en la que nada tiene sentido, pero llegaste allí siguiendo la voz de Dios, espera en Él. Lo mejor está por venir. Dios no comete errores, y es difícil pasar por alto su voluntad para nosotros. Siempre que estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios, el Espíritu Santo se asegura de que la encontremos. A veces, el camino que Dios elige para nosotros tiene muchas curvas y algunos altos y bajos, pero Él sabe lo que está haciendo. Anímate y sigue avanzando. No dejes de confiar en el Dios que no comete errores.
Comments