Todo lo que Dios hace tiene un propósito.
Proverbios 16:4(a) (NTV)
La mayoría de los cristianos saben que Dios nos envía a la tierra con un plan. Cada uno de nosotros tiene un llamado, un destino, una razón para vivir. Algunas personas lo encuentran muy jóvenes y pasan la vida cumpliendo su propósito. Otros necesitan ayuda para encontrar la razón de su existencia. Si formas parte de este último grupo, anímate; Tu destino es fácil de encontrar.
Primero, déjame decirte a lo que no estás llamado a hacer. Dios no te puso en este planeta para ser una isla o hacer algo con tu vida que solo te beneficie a tí. Tu destino es más importante que eso. Segundo, Dios no te envió aquí para que hagas lo que quieras. Puedes hacer lo que quieras, pero te aseguro que el fruto de ese estilo de vida son sólo problemas.
Ahora que hemos aclarado eso, debo decirte que la forma más fácil de conocer tu propósito en la vida es haciéndote tres preguntas: ¿A quién estamos llamados? ¿A dónde estamos llamados? y ¿Qué estamos llamados a hacer? Antes de que me digas NO SÉ , déjame decirte que encontrarás las respuestas a esas preguntas en tus pasiones.
Tus pasiones son lo que más amas y lo que más odias. ¿Qué te gusta hacer? ¿Qué odias ver? Amo a la gente y odio la ignorancia. Estoy llamada a compartir conocimiento con el pueblo de Dios. Odio ver a los niños sufrir. Nada me da más alegría que aliviar su dolor porque Dios me creó para hacer eso. Me siento triste por las personas que se encuentran sin hogar. Los ayudo si puedo, pero sus luchas no me mantienen despierto por la noche. No me odiéis por eso; ellos no son mi pasión. Ellos no son mi llamado.
Naci en El Salvador y amo a mi país, pero supe que estaba llamado a a los Estados Unidos cuando puse pie por primera vez en esta tierra. Sabes a dónde estás llamado porque es donde tu corazón se siente en casa. Sabes lo que estás llamado a hacer porque te encanta hacerlo y te resulta natural. Tus dones cobran vida cuando haces aquello para lo que Dios te creó.
Amigos míos, conocerán su llamado porque nada más les dará la misma satisfacción que hacer aquello para lo que fueron creados, para o con las personas que Dios ha elegido para ustedes, en el lugar donde Dios quiere que lo hagan. Su propósito en la vida es lo que les da verdadero gozo.
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