Beberás del arroyo, y he ordenado a los cuervos que te provean de alimento allí.
Los cuervos le traían pan y carne por la mañana y pan y carne por la tarde, y bebía del arroyo.
1 Reyes 17: 4, 6 (NVI)
Me gusta esta historia, el profeta Elías ordenó a los cielos que se cerraran y hubo una sequía en la tierra. Para protegerlo, Dios le dijo que se escondiera. Es maravilloso ver cómo Dios cuida a su pueblo. Dios sabía que el profeta no iba a sobrevivir sin comida y agua y dispuso que Elías tuviera benefactores especiales que suplieran sus necesidades. Elías probablemente se sorprendió al ver los cuervos, pero estoy segura de que estaba agradecido por el pan y la carne que le traían todos los días.
Ha habido temporadas en mi vida en las que he sido bendecida por benefactores inesperados. Temporadas en las que he necesitado provisión y Dios guio a personas maravillosas a bendecirme con la cantidad que necesitaba en el momento en que la necesitaba. Recuerdo cuando una hermosa mujer de Dios, Teresa, me envió un cheque por la cantidad que necesitaba para arreglar mi auto. Su don me sorprendió. Fue inesperado; ella no sabía cuánto dinero necesitaba y yo nunca había hecho mucho por ella. Sin embargo, esta hermana en Cristo fue obediente a Dios y me bendijo. Alabo a Dios por todas las personas que han sembrado en mi vida y le pido que multiplique cien veces su semilla.
Debido a que Dios y su pueblo son fieles, estoy segura de que muchos de ustedes tienen testimonios similares. Estoy segura de que muchos como yo han estado en el lugar de Elías siendo bendecidos por otros. Meditando en la bondad de Dios, le pregunté qué podía hacer para servirle en mi temporada actual; un pensamiento vino a mi mente. Estamos volviendo a una vida casi normal. Para muchos, esta pandemia será solo el recuerdo de un momento difícil, pero para otros, representa un momento de graves pérdidas.
No tengo idea de cómo esos cuervos lograron mantener vivo al profeta en tiempos de sequía, pero lo hicieron. Compartieron lo que pudieron y estoy segura de que así es como sobrevivieron. Creo que Dios proveyó para ellos porque ellos estaban proveyendo para Elías.
Pueblo de Dios, uno de estos días, Dios puede pedirnos que hagamos lo que hicieron esos pájaros. Es posible que tengamos que compartir lo que tenemos para sobrevivir. Por favor no me malinterpreten. No espero pesimismo ni fatalidad. Lo que estoy diciendo es que tal vez se acerque una temporada en la que muchos de nosotros no seamos Elías en el plan de Dios. Quizás sea nuestro turno de ser los cuervos.
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