Si mi pueblo, QUE LLEVA MI NOMBRE, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
2 Crónicas 7:14 (NVI)
Esta semana en el trabajo, escuché a alguien preguntarle a un joven: "¿Tienes hijos?" A lo qué, él respondió: “Ninguno, al menos que yo sepa”, y luego se rio como si lo que dijo fuera gracioso. La conversación hirió mi corazón. Probablemente no debería tomar esos comentarios tan en serio, pero lo hago.
He visto qué gran problema es para tantas personas crecer sin un padre. Por naturaleza, el padre da identidad a sus hijos. Él es el proveedor y protector bíblico de la familia. A las personas que crecen sin un padre responsable les falta mucho. Incluso cuando vienen a Cristo, tienen dificultad para ver a Dios como su Padre.
Uno de los ataques más severos del diablo contra la humanidad es la ausencia del padre en el hogar. Por eso era importante para Jesús asegurarse de que las personas vieran a Dios como su Padre. Por eso, cuando enseñó a los discípulos a orar, lo primero que salió de su boca fue: “Padre nuestro”.
El huérfano crece con inseguridades, miedos y fobias, desarrollando ira descontrolada, ansiedad, individualismo, competitividad excesiva, soledad e indecisión. La mayoría de los cristianos que crecen sin un buen padre ven a Dios como alguien que podría ayudarlos, pero casi nunca lo hace, lo que abre su corazón a lo que yo llamo un “Espíritu de Orfandad”.
Hijo de Dios, creo que esta evaluar nuestra imagen de Dios es una buena idea ya que estamos al comienzo de un nuevo año. ¿Ves a Dios como tu Padre amoroso? ¿Lo ves como el que siempre provee, protege y siempre estará ahí para ti? Si no, podría ser el momento de trabajar en tu relación con Dios el Padre.
Tú, mi amigo, eres Su hijo o hija. Él te reclama como parte de Su familia. Él no se avergüenza de llamarte "suyo". Nosotros, los Hijos de Dios, somos llamados por Su nombre. No eres un huérfano. Tienes un Padre amoroso que no perdonó la vida de Su único Hijo para hacerte parte de Su familia. Dios, tu Padre, te ama y aprecia. Vive cada día de 2023 como quien eres. Eres un Hijo de Dios.
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