Estad Quietos y Sabed

“Entonces ella dijo: “Quédate quieta, hija mía, hasta que sepas cómo resultará el asunto; porque el hombre no descansará hasta que haya concluido el asunto hoy.”

Rut 3:18 (RVR1960)

Alguien que conozco estaba esperando recientemente tener noticias de un posible empleador. Había pasado por un largo proceso de llenar papeleo y había pasado por lo que le parecieron un millón de entrevistas. Cuando finalmente llegó al final del proceso, le dijeron que se enteraría si obtuvo el puesto o no dentro de una semana.

Ella me llamó después de dos días solo porque necesitaba escuchar una palabra de aliento. Tenía la paz de Dios y sabía que tenía el trabajo, pero esperar esa llamada telefónica la estaba matando. Entiendo ese sentimiento. Odio esperar, especialmente cuando estoy en el lugar entre amén, creo que lo tengo y lo tengo.

Rut de la Biblia también entendía ese sentimiento. Después de perder a su esposo, dejar su país, trabajar duro para mantenerse a sí misma y a su suegra, finalmente tenía la posibilidad de que su vida cambiara. Había conocido a un buen hombre que le hizo una promesa de redención. Cuando le dijo eso a su suegra, ella le dijo: “Quédate quieta, hija mía, hasta que sepas cómo terminará el asunto”.

Verás, fue fácil para Nohemí, la suegra, decirle eso a Rut. Después de todo, ella sabía qué clase de hombre le había hecho la promesa a Rut y conocía las costumbres de su pueblo. Ruth, por otro lado, no sabía nada de eso, pero sabía que podía confiar en Nohemí. Mi querido amigo, tu podrías estar en el mismo barco que Rut. Es posible que estés esperando que Dios haga lo que dijo que haría.

Te tengo buenas noticias. Dios nunca ha roto una promesa. Puede ser que te haga esperar un poco por tu respuesta, pero tu respuesta llegará. No le des lugar a ningún pensamiento que pueda preocuparte, hacer dudar de Dios, o adelantarte al tiempo de Dios. Escucha la voz del Espíritu Santo hoy diciéndote: “Quédate quieto hijo/hija hasta que sepas cómo Dios cambiará tu vida”.

Rut se casó con Booz. Mi amiga consiguió su trabajo, y tu obtendrás lo que Dios te ha prometido, solo quédate quieto.