Este es el día que hizo el SEÑOR; regocijémonos y alegrémonos en él.
Salmo 118: 24 (NVI)
Últimamente el Señor me ha estado hablando de estar presente en todo momento. Me trajo dos mujeres a la mente. La primera trabajó arduamente toda su vida. Ella y su esposo casi nunca tomaron vacaciones, ahorraron todo lo que pudieron y trabajaron mucho en su plan de retiro para tener lo que llamaron una "jubilación decente". Una vez jubilados, se mudarían fuera del estado, comprarían la casa de sus sueños y viajarían. Lamentablemente, ella murió dos semanas después del día de su jubilación.
La otra mujer que el Señor me trajo a mi mente todavía está viva, pero vive en el pasado. Sus palabras favoritas son "los buenos viejos tiempos". No está contenta con sus circunstancias actuales ni con la dirección que está tomando su vida. Siempre parece estar recordando sus buenos viejos tiempos. No importa cuánto Dios la bendice en el presente, para ella el pasado siempre parece mejor.
Espero mis amigos que sepan que ninguna de esas vidas refleja los planes de Dios para nosotros. Es sabio ahorrar y hacer planes para nuestra jubilación, pero no hasta el punto que nos impida disfrutar de nuestro presente. También es asombroso recordar cómo Dios nos bendijo en el pasado, pero Dios no quiere que vivamos en el pasado.
Tu Padre Celestial quiere que vivas tu vida en el presente. Él quiere que todos estemos presentes, dondequiera que estemos, sin importar en qué etapa de la vida nos encontremos. Incluso en tiempos difíciles, hay lecciones que aprender. Aprende tus lecciones en cada etapa de su vida y avanza hacia la próxima aventura que Dios tiene para ti.
Por favor, no dejes que tu vida pase sin vivir cada minuto de ella. Diviértete con tus compañeros de trabajo hoy. Asegúrate de disfrutar ese caro café con leche por el que hiciste fila. Pasa tiempo con tus hijos mientras los tengas contigo. Pronto se habrán ido y todo lo que tendrás serán recuerdos. Haz ese viaje que quieres hacer ahora que aún puedes caminar. No esperes hasta que seas demasiado anciano y ya no puedas disfrutar de la comida o soportar el viaje. Está presente. Disfruta cada día que el Señor hace para ti.
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