Sigan mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo.
1 Corintios 11:1 (NVI)
Conozco a alguien que dice malas palabras todo el día. Hablando con sus compañeros de trabajo antes de una reunión, orgullosamente anunció que no permite que sus hijos maldigan, al menos no en su presencia. Después de la reunión, le pregunté si usa blasfemias/malas palabras frente a sus hijos, y de mala gana dijo que sí. No le dije nada más, pero antes de salir de la habitación me dijo que les dice a sus hijos que hagan lo que ella dice, no lo que ella hace.
Si bien no puedo culpar a esa mujer por hacer lo que hace porque ¿cómo puedo culpar al ciego por no ver? Espero que sepas que nosotros, el pueblo de Dios, no debemos hacer eso. La Biblia nos dice que debemos ser ejemplos para los jóvenes en Cristo y para nuestros hijos. Recuerda que donde quiera que vayamos, representamos a Jesús, especialmente en nuestros hogares.
No podemos esperar que nuestros hijos oren, lean la Biblia, sirvan en la iglesia o bendigan a los pobres si nosotros no lo hacemos. ¿Cómo podemos esperar que nuestros hijos vivan vidas santas si nuestras vidas no lo son? Todos sabemos que, aunque nos prometamos a nosotros mismos que no lo haremos, como adultos, acabamos duplicando el comportamiento de nuestros padres. Los niños que tuvieron padres abusivos abusan de otros o son abusados por otros. Los hijos de padres generosos a menudo crecen para ser aún más generosos que sus padres.
Pablo le dijo audazmente a la iglesia de Corinto que siguiera su ejemplo. No dijo eso porque era un hombre perfecto, lo dijo porque estaba siguiendo a Cristo. Pablo nos da la clave para asegurarnos de que seamos buenos ejemplos. Aun si no crecimos rodeados de personas a las que podamos seguir con orgullo, ahora como creyentes, debemos seguir a Cristo.
Mis queridos amigos, todos aprendemos mejor con el ejemplo y aunque piensen que sus hijos no los escuchan o no les prestan atención, lo hacen. Si son padres y son cristianos, POR FAVOR asegúrense de representar bien a Cristo frente a sus familias porque, les guste o no, sus hijos harán lo que ustedes hagan y no lo que digan.
Comments