La bendición del Señor trae riqueza que no vienen acompañadas de tristezas.
Proverbios 10:22
Recientemente conocí a un hombre de 72 años que, a su edad, todavía trabaja todos los días en construcción. El hombre me mostró sus manos y me compartió lo difícil que es trabajar en construcción a su edad. Desafortunadamente, todavía debe trabajar porque su cheque del seguro social no cubre sus facturas y ni las de su esposa.
Ver lo cansado que parecía me rompió el corazón y sólo puedo imaginar cuánto le dolía el cuerpo. Este encuentro me hizo pensar en mis padres, pues, aunque son mayores que esta persona, pudieron jubilarse joven. Mis padres no hablan inglés y apenas terminarón el tercer grado. En su juventud trabajarón tan duro como el hombre que conocí, pero es evidente que la bendición de Dios está sobre la vida de mis padres.
El rey Salomón nos dice que la bendición de Dios nos trae riqueza sin dificultades ni luchas. Noten que la riqueza que trae la bendición de Dios no viene sin que trabajemos. Eso no es lo que Dios promete aquí. La promesa de Dios es que la riqueza nos llegará sin amargura ni tristeza.
La bendición de Dios hace que nuestro trabajo sea un gozo. La bendición de Dios nos lleva a lugares donde la gracia de Dios nos ayuda a lograr cosas que no podríamos lograr sin ella. La bendición de Dios nos pone ante personas que pueden abrirnos grandes puertas. La bendición de Dios nos da el favor de obtener aumentos. La bendición de Dios nos coloca en lugares donde se valora nuestro trabajo.
La mejor parte de la bendición de Dios es que no depende de nada más que de la bondad de Dios. No se agota porque envejecemos, nos debilitamos o somos menos capaces. No nos abandona cuando fallamos. No depende de nuestro intelecto, experiencia o educación. No, mis queridos lectores, la bendición de Dios, según Salomón, llega a los sabios que caminan en integridad delante del Señor.
No sé el tipo de vida que tenía el hombre que conocí, pero conozco la vida de mis papres. Sé que caminarón con integridad. Ver cómo Dios se preocupa por ellos me inspira a caminar en integridad. Esta semana quiero pedirles que oren por ese hombre y su esposa, que necesitan tanto la bendición de Dios. También oren para que Dios nos ayude a nosotros a caminar con integridad. Que la bendición de Dios nos traiga riqueza sin esfuerzos dolorosos todos los días de nuestra vida.
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