Los tatuajes eran tabúes en la mayoría de las iglesias hace unas décadas, pero actualmente, muchas personas que asisten a la iglesia tienen tatuajes. Una vez trabajé con un ministro que tenía su cuerpo casi completamente cubierto con ellos. Un día, se dio cuenta de que estaba tratando de leer uno de los tatuajes en su brazo y me preguntó si sabía que Jesús tenía un tatuaje, a lo que respondí: "No". Me pidió que leyera Apocalipsis 19:16 y siguió alegremente su camino.
En su manto y en su muslo está escrito este nombre: Rey de reyes y señor de señores.
Apocalipsis 19:16 (NVI)
Si lees el versículo, podrías concluir que Jesús efectivamente tiene un tatuaje. ¿Qué haces entonces con versículos bíblicos que prohíben los tatuajes?
No cortaréis vuestros cuerpos para los muertos ni os haréis tatuajes. Yo soy el SEÑOR.
Levítico 19:28 (NVI)
Jesús, siendo judío, no le pediría a su pueblo que no se tatuara y luego anunciaría que tiene uno. Eso no tiene sentido. Creo que el tatuaje de Jesús en Apocalipsis 19 no es literal sino simbólico. Así como nadie cree, que de Su boca saldrá una espada verdadera, lo cual es lo que dice Apocalipsis 19:15; No creo que Jesús se tatuara, especialmente si consideramos que los tatuajes son algo que la mayoría de los paganos usan para simbolizar las uniones con sus dioses.
Algunas personas pueden decir que Levíticos es parte de la ley y, como ya no estamos obligados a cumplirla porque ahora vivimos en la gracia, los cristianos pueden hacerse tatuajes. Esto suena razonable, pero no es del todo corrector, porque si seguimos esa lógica, tendríamos que tirar a los Diez Mandamientos por la ventana, porque también son parte de la ley.
Entonces, ¿tiene o no Jesús un tatuaje? Dejo que ustedes decidan la respuesta a esa pregunta, pero antes de correr a hacerse uno, consideren que la mayoría de las personas que se hacen tatuajes no se detienen con uno. Los tatuajes pueden convertirse en una adicción. Los tatuajes pueden causar infecciones en la piel, son dolorosos y costosos. Consideren también cómo se debe sentir el Espíritu Santo cuando ve su templo, nuestros cuerpos, cubiertos de grafito.
¿Debemos discutir por el tema o juzgar como bueno o malo los tatuajes? Yo creo que no. Cada uno de nosotros debe decidir qué hacer. A mi llámenme religiosa o anticuada, pero no quiero arriesgarme a desobedecer a Dios por algo tan innecesario como los tatuajes. Si me equivoco siempre puedo ponerme uno al otro lado del cielo, pero mientras esté de este lado prefiero mantener mi piel intacta.
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