Por tanto, si alguno se limpia de lo vergonzoso, será vaso para uso honroso, consagrado como santo, útil al dueño de la casa, y dispuesto para toda buena obra.
2 Timoteo 2:21 (NVI)
¿Has escuchado la frase “eres lo que comes”? Es cierto que si comes alimentos saludables, tu cuerpo estará sano. Por otro lado, si todo lo que comes es chatarra, eventualmente terminarás enfermo. Todos lo sabemos, pero lamentablemente, no parecemos entenderlo. De ahí las miradas de sorpresa de algunas personas cuando después de comer tocino durante semanas, descubren que tienen el colesterol alto.
La Biblia nos enseña que somos vasijas o contenedores. Nuestros espíritus, nuestras almas y nuestros cuerpos son contenedores muy especiales. Podemos retener cosas, y porque tenemos el soplo de vida de Dios en nosotros; damos vida a lo que hay en nosotros. Nuestros cuerpos transforman los alimentos en energía, nuestras almas transforman las palabras positivas en buenas emociones o sentimientos, y nuestros espíritus pueden transformar esos buenos sentimientos en adoración.
Desafortunadamente, también damos vida a cosas negativas. Las almas expuestas a cosas como películas de miedo o violentas, lenguaje profano o abusivo o pensamientos negativos producen emociones como el temor, la ira y el odio. Nuestros espíritus tienen una habilidad asombrosa para transformar el orgullo y el resentimiento en idolatría y rebelión.
Por eso es sumamente importante prestar atención a lo que nos exponemos. Eventualmente, todo lo que permitimos en nosotros nos bendecirá o nos romperá. También bendecirá o quebrará a las personas que nos rodean. Hijo de Dios, si queremos ser vasos de honra, la Biblia nos pide que nos purifiquemos de todo lo vergonzoso. Ten cuidado con lo que permites en su vida y la vida de su familia.
Todo lo que consumimos, miramos, escuchamos o hacemos son semillas que producen una cosecha. Haz tu mejor esfuerzo para evitar ver, oír o hacer cualquier cosa impía. Lo que llega a nuestra vida puede convertirnos en vasijas de honor o basureros.
MI CONSEJO ESTA SEMANA
Examina los programas que miras, la música que escuchas, las conversaciones que permites a tu alrededor y los alimentos que comes. Deshazte de todo lo que no sea honorable.
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